El asma es considerada como una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias. Es decir, los bronquios están irritados e inflamados y se vuelven hipersensibles, y ante determinados desencadenantes se estrechan, generando síntomas como tos, fatiga y opresión torácica.
Esta afección es más común en los niños, sobre todo los de sexo masculino, mientras que en edad adulta son las mujeres quienes corren mayor riesgo de padecer asma. Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente hay 235 millones de pacientes con la enfermedad.
Aunque con diagnóstico temprano y tratamiento adecuado el paciente puede llevar una vida normal, puedes seguir estos consejos para controlar la enfermedad y prevenir los síntomas:
Fuente: www.infosalus.com