Gracias a diversos estudios como los publicados por la Revista de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición, hoy día podemos comprender mejor la importancia de una buena dieta en lo que optamos por llamar una alimentación post COVID-19.
Más de 179 millones de personas infectadas en todo el mundo, desde su aparición en diciembre de 2019 hasta la fecha, han encendido todas las alarmas. Sin embargo, casi dos años después del primer contagio, las probabilidades de una buena recuperación son cada vez más elevadas. Básicamente, debido a un factor clave: la gran cantidad de estudios sobre el tema.
Actualmente en la mayoría de los casos de personas con la COVID-19 el escenario es alentador. ¿Por qué? Uno, por los grandes avances en cuanto a medicinas y dos, por el reconocimiento del papel que juega la alimentación en el proceso de recuperación.
Impacto de la nutrición en el sistema inmunológico
El enfoque principal de la alimentación post COVID-19 es el de fortalecer el sistema inmunológico, aumentar la energía y combatir la fatiga, secuela de la enfermedad.
Para esto, como bien afirma la nutricionista Marianella Herrera Cuenca, hace falta una ingesta adecuada de micronutrientes (vitamina A, C, D, hierro, zinc y ácido fólico), que se logra con una alimentación saludable, completa, suficiente y equilibrada.
Estos micronutrientes, explica la también miembro de la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición, desempeñan funciones vitales para la respuesta del sistema inmunológico como lo son acelerar la recuperación de infecciones del tracto respiratorio o prevenir el contagio de un nuevo virus durante la etapa de recuperación.
Pero, ¿en dónde conseguimos estos micronutrientes? La mayoría están presentes en alimentos bastante comunes para todos:
Sin embargo, lo realmente importante dentro de la alimentación post COVID-19 es la cantidad que se consuma de cada uno de estos grupos de alimentos.
Recomendaciones para una dieta equilibrada
Una de las principales dudas de las personas que superan el coronavirus es saber cómo actuar en adelante para no recaer ante cualquier otra enfermedad. Por eso es muy común que la alimentación tome un papel relevante en el estilo de vida.
Para Herrera, dentro de su labor en el Observatorio Venezolano de la Salud, es casi una tarea diaria resaltar lo trascendental del consumo de frutas y verduras: “Se deben consumir mínimo 5 raciones al día. Estas pueden comerse en varias presentaciones como piezas enteras, jugos o ensaladas. El punto es que se consuman.”
Tomando en cuenta lo costoso que puede resultar llevar una dieta equilibrada, Herrera recomienda aprovechar las ofertas de los alimentos de estación. De esta manera, se puede conseguir una alimentación variada por temporadas asequible al bolsillo.
En caso de diabetes, hipertensión, obesidad o desnutrición
Quienes tienen alguna enfermedad crónica y se contagiaron requieren más atención, pues debido a sus patologías son más propensos a tener una recuperación lenta, ya que su sistema inmunológico no trabaja igual que en una persona sana.
Por ende, la parte nutricional cumple un papel fundamental. Evitar el exceso de sodio, carbohidratos, frituras y cafeína es esencial en estos casos para garantizar que la alimentación post COVID-19 ayude en el proceso de recuperación total.
Algunos consejos extra relacionados al estilo de vida
Herrera, quien también es miembro del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, comenta que “el estilo de vida saludable incluye varios pilares: actividad física (ejercicio), horas de sueño (descanso) y manejo del estrés”. Todo esto ligado a secreciones hormonales responsables del bienestar.
Las personas recuperadas de COVID-19 requieren:
- Una rutina de descanso eficiente, es decir, que puedan dormir 8 horas y concilien el sueño profundo que les permitirá reponer energía.
- Un programa de ejercicios bajo la supervisión de su médico, en el cual puedan empezar con cinco minutos de caminata hasta llegar progresivamente a 30.
- Un ambiente tranquilo en el cual puedan desconectar sus pensamientos del estrés diario, además de prácticas de relajación y meditación.
La promoción de dietas óptimas para apoyar la función inmune y la prevención de enfermedades es tarea de todos. Si requieres más información sobre este tema, puedes contactar a la nutricionista Marianella Herrera Cuenca.
Marianella Herrera Cuenca
Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela
Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición
Observatorio Venezolano de la Salud
manyma@gmail.com
@nutricionencrisis