Controlar grandes grupos no es tarea fácil. Menos cuando se trata de niños llenos de energía y ávidos por gastarla jugando con sus compañeros. Es por ello que desde la casa y en el propio colegio deben tomarse ciertas medidas que garanticen que los muchachos puedan desarrollarse plenamente sin correr riesgos de lesionarse físicamente.
La conversación es clave. Padres y maestros deben comunicarse con los menores en todo momento para darles las herramientas de comportamiento necesarias.
• Es necesario hablar con los niños sobre los modos seguros de jugar y de relacionarse con sus compañeros. Eso evitará peleas y ahorrará malos ratos.
• Revisar los bolsos para evitar que lleven objetos con los que puedan hacerse daño. Los juguetes punzantes no deben llevarse al colegio.
• Si los niños van a llevar dinero al colegio, lo ideal es que sea en billetes. Evitar las monedas.
• No enviar recipientes de vidrio en las loncheras o cubiertos puntiagudos.
• Velar por que los muchachos utilicen el uniforme apropiado y de la talla correspondiente, más allá de la moda. Los zapatos de goma adecuados para hacer educación física, por ejemplo, previenen una lesión física.
• Los profesores deben evitar que los muchachos corran en espacios pequeños y que se monten sobre sillas o mesas.
• Los juegos como carreras pueden hacerse, pero bajo la vigilancia de adultos. En los recreos, los profesores deben hacer guardias para observar permanentemente a los niños.
• La limpieza de los espacios es crucial para que no haya obstáculos que ocasionen caídas. El suelo de los pasillos y entre los puestos de estudios debe estar limpio y libre de bolsos, libros, maletas, carpetas… La organización es clave.
• Es necesario cuidar la postura de los alumnos en el pupitre y garantizar que su comportamiento sea el apropiado dentro del salón de clases.
• El colegio debe garantizar que las instalaciones de la institución estén en condiciones apropiadas, desde los salones y áreas comunes, hasta el control de velocidad de los vehículos que transitan frente a la unidad educativa.
• En los laboratorios debe llevarse siempre una bata de protección. El maestro debe estar atento con la manipulación de sustancias que puedan ser tóxicas.
• Los profesores de educación física deben estar al tanto de las habilidades psicomotrices de los alumnos para evaluar los riesgos individuales de los ejercicios y así buscar medios eficaces de entrenamiento. Nunca quitar la vista de la clase.
Fuentes consultadas: profesoras Marisa Gómez y Astrid Sonni.
3 comentarios
Muy interesante. Con estas recomendaciones podemos evitar que los más pequeños pasen un mal rato… y los padres también.
Me encanto gracias
me gusto capichi