Probablemente has experimentado una sensación de sordera o taponamiento de oídos luego de exponerte a niveles sonoros elevados, sin embargo, esta sensación desaparece en poco tiempo. El problema es cuando la exposición a esos sonidos es recurrente, tanto que el oído no puede descansar y se origina el desplazamiento permanente del umbral auditivo, es decir, la pérdida de la capacidad de escuchar.
La exposición a ruidos intensos produce pérdida auditiva, esta patología representa la tercera parte de afecciones de origen laboral en Europa y su primer síntoma suele ser la dificultad para escuchar los sonidos de tonos altos. Los daños causados son irreversibles, por eso es necesario que se disminuya el exceso de sonido que afecta al trabajador mientras desarrolla sus tareas.
El ruido además de causar daño auditivo, afecta la salud de las personas de otras maneras:
Recomendaciones
Cuando se diseña una sala que será ocupada por varias personas, lo ideal es que el ruido de fondo no sea molesto ni afecte el desarrollo de las actividades diarias. Las oficinas mal diseñadas, construidas con materiales que no aíslan el sonido, el frecuente uso de audífonos y la música ambiental, así como los ruidos exteriores tienen un efecto negativo en el rendimiento y productividad de los empleados. Es importante hacer un análisis del ambiente laboral y establecer acuerdos de convivencia, así como revisar la distribución del mobiliario, infraestructura y el nivel de contaminación acústica en el trabajo.