La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que puede contagiarse con facilidad. Esto debido a que la produce una bacteria que se transmite, cuando alguien infectado tose, estornuda o escupe, a través de núcleos de gotitas infecciosas que se esparcen en el ambiente. Sin embargo, existen formas de prevenir su contagio. A continuación, te dejamos algunas de ellas:
De esta forma evitas la concentración de gérmenes. Mantener abiertas puertas y ventanas ayuda a reducir la probabilidad de contagio de tuberculosis entre una persona y otra, pues al ventilarse la casa se diluyen los núcleos de gotitas infecciosas.
Así iluminarás toda la casa. La luz del sol elimina las bacterias que producen la tuberculosis, así que si hay alguien infectado en tu hogar mantén las cortinas o persianas abiertas.
Sabemos que si vives en la ciudad esto puede resultar un poco difícil, pero procura no usar medios de transporte público en “horas pico” para disminuir las probabilidades de contagio.
De igual forma, es importante que sepas que la persona que padece la enfermedad no debe salir de la casa hasta no garantizar el tratamiento efectivo. En caso de que salir debe portar mascarilla y usar pañuelos desechables para tapar nariz y boca al toser.
Una forma menos común de adquirir la tuberculosis es bebiendo leche cruda proveniente de una vaca enferma. Así que si no consumes leche de cartón es mejor que la hiervas bien.